Hostales en Serbia

Serbia tiene una historia larga, rica y turbulenta, y un pueblo muy orgulloso que la acompaña. La zona fue originalmente colonizada por los tracios alrededor del siglo XL a.C. Luego, en algún momento, fue conquistada por los griegos, después por los romanos, y luego los eslavos se establecieron durante el período bizantino. En el siglo XV, los otomanos llegaron y gobernaron la región durante quinientos años antes de unirse al lado equivocado de la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Luego se fusionaron con los países circundantes para formar la República Comunista de Yugoslavia bajo el gobierno del querido Tito. Tras su muerte, comenzaron a surgir guerras entre las diferentes áreas de la República de Yugoslavia, lo que inició la separación en las fronteras que vemos hoy. Kosovo también intentó separarse y convertirse en un estado independiente, pero los serbios no se lo permitieron, así que ahora, a pesar de que la ONU y varios otros países lo reconocen como independiente, los serbios aún insisten en que es parte de su tierra, creando enormes conflictos y provocando los bombardeos de la OTAN durante la Guerra de Kosovo. Serbia luego se separó de Macedonia y ahora es la Serbia que conocemos hoy.

En estos días, a los serbios les encanta una buena fiesta para abrazar sus libertades. Suelen celebrar en lugares llamados kafanas y beber su bebida local, rakia. Una nota al margen, la rakia es buena pero potente: puede estar entre el cuarenta y el ochenta por ciento, ¡así que ve con cuidado si no quieres terminar en el suelo!

La capital es Belgrado, que también solía ser la capital de la antigua República de Yugoslavia. Hay mucho que ver y hacer aquí, y la ciudad tiene un encanto especial que va desde los edificios más antiguos de estilo occidental, hasta aquellos construidos en la era comunista de Yugoslavia, hasta los edificios bombardeados del conflicto con la OTAN en los noventa que aún están en ruinas y no han sido reparados. Es hogar de algunos museos interesantes sobre historia, y también de un museo dedicado a Nikola Tesla para los aficionados a la ciencia o la ingeniería.

Las otras dos ciudades fuera de Belgrado que valen la pena visitar son Novi Sad en el norte y Niš en el sur. Novi Sad alberga una hermosa arquitectura y iglesias, y también es sede del masivo festival de música EXIT. Niš tiene más importancia histórica, ya que es el lugar de nacimiento y hogar de Constantino el Grande; puedes ver ruinas de los mosaicos de los pisos de su palacio en Mediana. También está la infame torre de calaveras que los otomanos erigieron tras el enfrentamiento de Serbia con los turcos durante la primera Guerra Balcánica. También puedes visitar un campo de concentración de la ocupación nazi.

Desplazarse de ciudad a ciudad es bastante fácil y los autobuses funcionan con bastante frecuencia; sin embargo, si deseas aventurarte fuera de las áreas principales y adentrarte en el increíble campo, las cosas se vuelven un poco más complicadas y el inglés se vuelve mucho más escaso. Dicho esto, si tienes tiempo, vale la pena la aventura.

Hay albergues en Serbia en todas las principales ciudades y en todo el país. Solo verifica en la página serbia para ver qué ubicaciones ofrecen albergues antes de comenzar a planificar tus viajes. De lo contrario, los albergues en Serbia son abundantes y bastante buenos en las ciudades más grandes. ¡Solo asegúrate de reservar con anticipación si estás allí para un festival, para evitar perderte de algo! De lo contrario, ¡disfruta de lo que este increíble país tiene para ofrecer!