Hostales en San Marino

Ir a San Marino es como entrar en las páginas de un cuento de hadas, en todos los sentidos. El país tiene una superficie total de poco más de 61 kilómetros cuadrados y no muchos albergues, pero una población total de 32,000 personas. Se enorgullece de ser la república constitucional más antigua del mundo, con los cimientos de la ciudad que datan del siglo III. Este microestado enclavado que limita con Italia por cada lado es considerado uno de los estados más ricos del mundo. En consecuencia, lo que encontrarás aquí es un asentamiento de tamaño de pueblo bien cuidado y casi de ensueño que se encuentra en la cima de una colina más grande. Elevándose sobre el campo italiano, el país no parece muy diferente al resto de Italia, pero lo que aún lo hace diferente es que definitivamente tiene un aire majestuoso y superior.

La vista más impresionante de San Marino que notarás desde lejos ya son las murallas de la ciudad, similares a un castillo, con hermosas torres de vigilancia ubicadas en esquinas estratégicas de la cima rocosa de la colina. Con las murallas que rodean el centro histórico, la ciudad podría ser el escenario perfecto para cualquiera de tus historias imaginadas de caballeros medievales y princesas. Una vez que entres en las murallas de la ciudad vieja, encontrarás algo de interés en casi cada esquina. Aunque el espacio es limitado, los sanmarinenses aún logran hacer un buen uso de él. Hay la Piazza della Libertá, una plaza de estilo italiano con atmósfera, donde, si tienes suerte, podrías ver al ejército sanmarinense practicando. Y el Palazzo Pubblico, un impresionante palacio que alberga el parlamento local. Y la Basilica del Santo Marino, una iglesia importante con maravillosas piezas de arte y el museo de historia local llamado Museo di Stato, dentro del cual puedes aprender sobre el pasado único de este estado-ciudad.

El resto del centro de la ciudad está cubierto de grandes tiendas donde puedes hacer tus compras de souvenirs libres de impuestos. Además, el mejor aspecto de San Marino es definitivamente las vistas que ofrece desde casi cada rincón de la ciudad. En algunos lugares empinados y rocosos, en otros cubiertos de vegetación, desde algunas de las torres de vigilancia, tendrás un panorama de 360 grados ininterrumpido a tus pies.

Los albergues en San Marino pueden ser más caros que los que encontrarías en las cercanas ciudades italianas como Rimini. Esto se debe principalmente a que aún no hay muchas instalaciones de alojamiento en el país. Hay autobuses regulares de regreso a Rimini, que está a poco más de 10 kilómetros de distancia. Así que una opción alternativa es pasar el día descubriendo San Marino y luego regresar a uno de los albergues de Rimini para pasar la noche. Aunque hay algunos cafés y restaurantes encantadores y atmosféricos en la plaza principal, la vida nocturna es negligible.

Por otro lado, en una noche clara, puede valer la pena quedarse por las vistas, no solo sobre el campo, sino sobre la costa que está a solo un brazo de distancia de aquí. Sentado en una de las murallas inferiores cerca del centro, no solo puedes maravillarte con el paisaje iluminado, sino al mismo tiempo observar la vida única de un país donde casi todos se conocen entre sí.